Cada año, el Museo de Louvre invita a una personalidad del mundo del arte y de la literatura a ser su "gran huesped". Le brinda la oportunidad de expresar su propia visión del arte a través de una muestra dirigida por él. En esta ocasión le ha tocado el mérito al escritor francés Jean Marie Le Clézio, Premio Nóbel de Literatura en el 2008. Escuchemos el podcast:
De los temas que toca el escritor, quisiera centrarme en su visión del arte. Aunque no he seguido la obra de Le Clézio, parece que su propuesta artística es coherente con su literatura. Según la crítica (puedes leer este artículo de Letras Libres), se trata de un escritor romántico, viajero, interesado por todas las culturas -sobre todo por las más exóticas a la suya- que prefiere percibir lo bueno antes que ejercer un rol de denuncia o de crítica social frente a las injusticias que ocurren en el Tercer Mundo, por ejemplo.
Me llama la atención la importancia que Le Clézio da al trabajo de las manos, y al valor artístico que supone adquirir cierta técnica para poder hacer un arte que merezca llamarse así. Se trata de una cualidad esencial para que la democratización del arte no se convierta en un basurero de material de desecho... La gran riqueza del arte está, para Le Clézio, en la habilidad de crear con las manos grandes obras. Habilidad que trasciende las clases sociales, la formación profesional y el nivel cultural de la gente, porque se trata de otro modo de cultivar la inteligencia que no depende tanto de la academia sino de la propia exigencia, dedicación y capacidad de creación.
La disciplina de las manos es una cualidad que nos abre hacia las grandes posibilidades creadoras del espíritu. Pienso también en los trabajos del hogar, en las tareas de la atención directa a la persona. ¡Cuántas dimensiones del servicio -al hombre, a la sociedad, a la cultura- pasan por una dedicación seria y por un esfuerzo creativo de las manos.
martes, 13 de diciembre de 2011
El Louvre abre sus puertas al arte de los pobres...
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Salvando la belleza de Microsoft y del dinosaurio internet
Microsoft acaba de lanzar un rally titulado Salvando la Belleza. Se trata de un juego virtual en el que se intenta capturar a JEAN LUC CIEZANE un psicópata que quiere erradicar la belleza del planeta. Si te registras y logras adivinar todas las pistas puedes ganar un viaje a Costa Rica.
Me pareció una idea brillante. Justo cuando me topé con esta campaña intentaba todavía asimilar las sabias intervenciones de Luis Yslas (Director de Relectura), Federico Vegas (arquitecto y escritor) y Carlos Oteyza (cineasta, director de Bolívar Films) en el foro "La fuerza de la belleza" organizado por el Centro Cultural Dairén.
Aparte de los intereses comerciales de la empresa, la propuesta de Microsoft se inserta en la mejor tradición del humanismo multisecular. La belleza ha sido el ideal de la cultura grecolatina, y la herencia de los movimientos artísticos más fecundos de Occidente: el Renacimiento y el Romanticismo. La búsqueda de la belleza puede ser el motor de las culturas que, mucho más que anhelar progreso social y material, desea encontrar la clave de esa armonía y esplendor que la Naturaleza derrocha abundantemente, y que al hombre invade de una nostalgia de perfección y de deleite ilimitado.
Quizás esta campaña nos ha hecho recordar la célebre frase de Dostoievski «La belleza nos salvará» (El Idiota). En efecto, la belleza es capaz de hacer que el hombre anhele, desee y espere más. Se trata de una fuerza que genera tensión hacia el futuro; un futuro que, más allá de logros y bienestar, nos permita vivir en un mundo armónico, pulcro, sano, brillante, espléndido. Son todos sinónimos de la tan estimada belleza.
...pero no es fácil salvar la belleza y mucho menos ser salvados por ella... ¿Por qué?
Si colocamos belleza en el buscador de imágenes de Google encontraremos parte de la respuesta. El reto de la belleza lo hemos reducido a certámenes, a búsqueda de una perfección física, artificial y poco natural: postiza en una palabra. La belleza es cuestión de manipulaciones, de operaciones quirúrgicas, de cánones estilísticos que son súper rígidos. Lejos de salvar, esta belleza ofusca y esclaviza, sobre todo a la mujer. Estamos frente a un ideal de belleza que ha perdido el alma y por eso está como agonizante.
El villano de la belleza, el JEAN LUC CIEZANE real, consiste más bien en una actitud que todos llevamos dentro y que se puede resumir en una palabra: frivolidad. Un ideal de belleza así -y me hago eco de las ideas de Federico Vegas- es estático y fugaz. No acepta el dinamismo de la vida, sus diferentes facetas y grados de perfección. Por eso, acaba siendo una experiencia frustrante, y la frustración es una especie de condena. Y qué sabias las palabras de Carlos Oteyza cuando resumió en una sola virtud aquello que nos permite obtener belleza: sinceridad. Es por la vía de la sinceridad por donde tal vez seremos capaces de abrazar esa belleza tan anhelada por todos.
La belleza profunda, salvadora, es aquella que no admite caducidad porque trasciende lo material. Recuerdo una cartelera de la facultad de filosofía de mi universidad que tenía dos grandes fotos: de un lado la de una top-model italiana, feminista, comunista, involucrada en asuntos de mafia, cuyo nombre no puedo recordar en este momento, y del otro la de madre Teresa de Calcuta. Entre ambas una frase de Nietszche que terminaba con una pregunta más o menos así: "Con razón me decías: difícil cosa es la belleza". Lo decía también Ortega y Gasset que "la belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora".
Realmente constituye todo un desafío salvar la belleza del mundo. Todos sabemos, en este sentido, que el ciberespacio puede ser un maxificador de todo tipo de tendencias y concepciones que existen acerca de la belleza. Puede exaltar desde lo más sublime hasta lo más degradante ya que, como buen instrumento, se presta para todo.
Quizás ayude recordar, a este propósito, la historia de los dinosaurios. Dicen que estos animales se extinguieron porque se desarrollaron mal: mucho cuerpo y poca cabeza, mucha cantidad de masa y pocas neuronas. ¿No estará ocurriendo algo así con internet? Nos puede pasar que navegamos por páginas estéticamente pulcras, bellísimas, con una exposición de colores y una nitidez francamente alucinante....y sin embargo vacías de contenido. A veces estamos como huyendo de las materias profundas y queremos sólo ver lo que es light. ¿No podremos hacer compatible lo estéticamente bello con lo bueno y lo verdadero? ¿Con la reflexión, el compromiso, la solidaridad y el estudio? Por eso, desde hace un tiempo, busco actualizar este blog no sólo con contenidos y análisis de cosas actuales, sino también con las nuevas plantillas y recursos de Blogger, como para decirme a mí misma no sólo que es posible... ¡sino que es genial! Gracias por el apoyo.
Me pareció una idea brillante. Justo cuando me topé con esta campaña intentaba todavía asimilar las sabias intervenciones de Luis Yslas (Director de Relectura), Federico Vegas (arquitecto y escritor) y Carlos Oteyza (cineasta, director de Bolívar Films) en el foro "La fuerza de la belleza" organizado por el Centro Cultural Dairén.
Aparte de los intereses comerciales de la empresa, la propuesta de Microsoft se inserta en la mejor tradición del humanismo multisecular. La belleza ha sido el ideal de la cultura grecolatina, y la herencia de los movimientos artísticos más fecundos de Occidente: el Renacimiento y el Romanticismo. La búsqueda de la belleza puede ser el motor de las culturas que, mucho más que anhelar progreso social y material, desea encontrar la clave de esa armonía y esplendor que la Naturaleza derrocha abundantemente, y que al hombre invade de una nostalgia de perfección y de deleite ilimitado.
Fedor Dostoiesvski (1821-1881) |
...pero no es fácil salvar la belleza y mucho menos ser salvados por ella... ¿Por qué?
Si colocamos belleza en el buscador de imágenes de Google encontraremos parte de la respuesta. El reto de la belleza lo hemos reducido a certámenes, a búsqueda de una perfección física, artificial y poco natural: postiza en una palabra. La belleza es cuestión de manipulaciones, de operaciones quirúrgicas, de cánones estilísticos que son súper rígidos. Lejos de salvar, esta belleza ofusca y esclaviza, sobre todo a la mujer. Estamos frente a un ideal de belleza que ha perdido el alma y por eso está como agonizante.
El villano de la belleza, el JEAN LUC CIEZANE real, consiste más bien en una actitud que todos llevamos dentro y que se puede resumir en una palabra: frivolidad. Un ideal de belleza así -y me hago eco de las ideas de Federico Vegas- es estático y fugaz. No acepta el dinamismo de la vida, sus diferentes facetas y grados de perfección. Por eso, acaba siendo una experiencia frustrante, y la frustración es una especie de condena. Y qué sabias las palabras de Carlos Oteyza cuando resumió en una sola virtud aquello que nos permite obtener belleza: sinceridad. Es por la vía de la sinceridad por donde tal vez seremos capaces de abrazar esa belleza tan anhelada por todos.
La belleza profunda, salvadora, es aquella que no admite caducidad porque trasciende lo material. Recuerdo una cartelera de la facultad de filosofía de mi universidad que tenía dos grandes fotos: de un lado la de una top-model italiana, feminista, comunista, involucrada en asuntos de mafia, cuyo nombre no puedo recordar en este momento, y del otro la de madre Teresa de Calcuta. Entre ambas una frase de Nietszche que terminaba con una pregunta más o menos así: "Con razón me decías: difícil cosa es la belleza". Lo decía también Ortega y Gasset que "la belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora".
Realmente constituye todo un desafío salvar la belleza del mundo. Todos sabemos, en este sentido, que el ciberespacio puede ser un maxificador de todo tipo de tendencias y concepciones que existen acerca de la belleza. Puede exaltar desde lo más sublime hasta lo más degradante ya que, como buen instrumento, se presta para todo.
Quizás ayude recordar, a este propósito, la historia de los dinosaurios. Dicen que estos animales se extinguieron porque se desarrollaron mal: mucho cuerpo y poca cabeza, mucha cantidad de masa y pocas neuronas. ¿No estará ocurriendo algo así con internet? Nos puede pasar que navegamos por páginas estéticamente pulcras, bellísimas, con una exposición de colores y una nitidez francamente alucinante....y sin embargo vacías de contenido. A veces estamos como huyendo de las materias profundas y queremos sólo ver lo que es light. ¿No podremos hacer compatible lo estéticamente bello con lo bueno y lo verdadero? ¿Con la reflexión, el compromiso, la solidaridad y el estudio? Por eso, desde hace un tiempo, busco actualizar este blog no sólo con contenidos y análisis de cosas actuales, sino también con las nuevas plantillas y recursos de Blogger, como para decirme a mí misma no sólo que es posible... ¡sino que es genial! Gracias por el apoyo.
viernes, 18 de noviembre de 2011
La belleza de concebir una nueva vida
Entrevistar a un médico, a un investigador o a un científico implica grandes desafíos para el periodista. Como en toda noticia, la belleza de estos trabajos depende de cómo se cuente la verdad de las cosas, sin manipularla, sin buscar otro interés que el bien del ciudadano común. Por eso, en la fuente científica lo más importante es tener contacto con personas serias, responsables, comprometidas con la sociedad y con la investigación. Personas como la Dra. Natalia López Moratalla, a quien el equipo de Notité tuvo la oportunidad de entrevistar.
domingo, 30 de octubre de 2011
Bienvenidos a Notité
Fuente de la imagen: Vivó en Vivo |
Frente a la dura realidad que afronta nuestro país, Notité se propone mostrar la belleza en este tipo de información que podría considerarse negativa. Pero ¿qué hace que una noticia negativa sea bella? ¿Qué tiene de bello enterarse de algo que, finalmente, te afecta?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)